Con el objetivo de preservar el patrimonio religioso, histórico, cultural y artístico de la Basílica Menor de San Lorenzo, mejor conocida como la Catedral Metropolitana de Santa Cruz de la Sierra, la Cooperativa Rural de Electrificación, CRE R.L., instaló un moderno circuito de videovigilancia en los distintos ambientes del complejo declarado patrimonio cultural, material, eclesiástico, arquitectónico, arqueológico e histórico de Santa Cruz y colocó un potente sistema de sonido, tanto para el área interna como la parte externa, que, desde la fecha permitirá tener mejor llegada a los feligreses, especialmente cuando se realicen actividades en el atrio principal.
Ambas mejoras se estrenaron la mañana del 24 de septiembre, durante la celebración del Tedeum ecuménico. “A nombre de la iglesia quiero agradecer el gran apoyo que han hecho a la catedral. Después de 35 años, tiempo en el que tuvimos parlantes analógicos, ahora tendremos sonido y equipos digitales, para llevar la palabra de Dios a todo el pueblo, para salir unidos y fortalecidos como comunidad”, expresó el padre Hugo Ara, vicario de la Arquidiócesis de Santa Cruz.
Esta contribución demandó una importante inversión, que fue aprobada por la Asamblea General Ordinaria de Delegados, la máxima instancia de la gobernanza de CRE R.L., que se reunió el 13 de abril en la Fexpocruz, donde, además de dar el visto bueno a la administración de la gestión 2023 y dar su beneplácito con los estados financieros, también decidió el destino de los excedentes de percepción de la Distribuidora eléctrica cruceña. El parlamento cooperativo, conformado por los representantes de los asociados, decretó la continuidad de los 17 programas de responsabilidad social cooperativa donde se incluyó la respuesta positiva a la jerarquía de la iglesia católica, que solicitó la cooperación para conservar el ícono religioso más representativo de los cruceños.
CRE R.L. considera que la catedral es el centro de la identidad cruceña, un símbolo de la fuerza, la pujanza y la fe de Santa Cruz. Por eso, su interés en proteger su belleza arquitectónica, el valor de las reliquias religiosas y el patrimonio artístico del templo.
Además, cuenta con un museo catedralicio, que guarda ornamentos litúrgicos de platería y madera que datan de 1603 y una biblioteca y una pinacoteca, que incluye pinturas y condecoraciones de diferentes obispos, cardenales y arzobispos de Santa Cruz.